Muchas veces he escuchado a personas que consideran a El Principito como una obra infantil, quizás por su sencillez y la frescura de su historia. Pero la verdad es que es una narración fantástica que nos entrega a los adultos grandes verdades en pequeñas palabras que juegan a ser ingenuas.
Esta obra es una de mis favoritas. La he leído en español, solía ver los dibujos animados en la tele cuando era niña y la analicé en la universidad para un trabajo de la cátedra de Teatro. Ahora, después de dos años en mi posesión y traída de París, por fin saltó de su escondite la edición en francés de Le Petit Prince, con todo y las acuarelas hechas por su mismo autor. Cada libro tiene su momento de ser abierto.
Esta obra es una de mis favoritas. La he leído en español, solía ver los dibujos animados en la tele cuando era niña y la analicé en la universidad para un trabajo de la cátedra de Teatro. Ahora, después de dos años en mi posesión y traída de París, por fin saltó de su escondite la edición en francés de Le Petit Prince, con todo y las acuarelas hechas por su mismo autor. Cada libro tiene su momento de ser abierto.
En cada aproximación a este éxito literario de Saint-Exupéry he descubierto cosas diferentes; y es que los libros son así. Los tomas un día y decides dejarte llevar por sus páginas, hasta que, de pronto… ¡zassss! en el párrafo menos esperado, y tras la última coma, te estaba esperando: La Frase. Entonces se atora allí la mirada mientras suena como una campanada; y aunque sigas leyendo, lo que fuese que estabas leyendo, se te quedan estampadas esas palabras en todos los conscientes.
Cada personaje -humano o humanizado- de El Principito retrata nuestro mundo, y es muy fácil encontrar un paralelo en la vida real. Todos queremos evitar al cordero, vencer nuestros baobabs y domesticar a un zorro, quien, por cierto, le regaló al protagonista -en el paso de éste por la Tierra- su gran y sabio secreto: Lo esencial es invisible a los ojos (l’essentiel est invisible pour les yeux), frase central de esta obra.
Deseo creer con el alma en la filosofía detrás de Le Petit Prince, porque estoy convencida de que en esta vida lo único que perdura, nos llena, nos enamora, nos une genuinamente, nos hace fuertes, únicos y mejores personas es lo que no vemos sino con el corazón.
Amo de igual forma este libro !!! Y si, tambien creo que lo esencial se ve realmente a través del corazon!!! Tu,mi vero, sabes ver de esa manera por ello muchas cosas hermosas has de seguir encontrando en el camino!!! Éxitos en esta nueva etapa donde a través de palabras vas cautivando y cultivando :)
ResponderEliminarGracias Odita! Me halagan mucho tus comentarios. Amén a tus palabas. Un mega abrazo.
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