Se me diluye tu calidez por las calles, Caracas

Una voz sincera por aquí, una sonrisa por allá, medio paso de baile más allá. Así es mi gente. Chispa que salta, picardía que sobresalta, humor que revienta sin contención. También, hay que decirlo, mi gente es lucha por sobrevivencia cotidiana, desgaste bajo el sol picante, y viveza criolla, esa que hace que el norte esté más lejos y que desanima cuando se sueña con una ciudad más amable.

Duele cuando el respeto suena a burla, cuando lo cortés parece añejo, cuando el ánimo de la rectitud se pisa. Las formas se desdibujaron. Y es que en cada esquina dominan los instintos más básicos sin que su evolución se pretenda.

Se envejece con aceleración en tu tráfico mi Caracas. Ya no puedes más con tanto caos. Te pienso apacible, elegante, limpia y alegre, como otrora eras, y así me gustas más. Si me lo permites, con esa imagen me quiero quedar.

Quizás un día me sorprendas y ya no sienta que te extraño mientras te recorro toda y se me diluye tu calidez por las calles.