octubre 14, 2012

Del cuerpo y del ánimo

Dice Benedetti, en Primavera con una esquina rota, que cuando se experimenta el exilio “el cuerpo es más adaptable que el ánimo”. Él lo dice en un sentido figurado y lo aplica a la privación de libertad, pero ante esa frase yo realicé un doble nivel de lectura y me terminé quedando con su sentido literal: Separarse de la tierra.

La gran verdad es que no hay independencia en mí. Mi cuerpo y mi ánimo son simbióticos y les gusta vivir encolados. Uno siempre delata al otro, y por eso me veo tal como me siento. Lo interesante es que, como cualidad innata, puedo domar elegantemente ese ánimo cuando se quiere pasar de la raya. Sin embargo, hay a quienes con una breve mirada les basta para descifrarme al mil por ciento, a pesar de mi control ¿verdad, Javi?
























Una vez el ánimo comenzó a temblar; acto seguido la piel necesitó calor para confortarse. A mi ánimo le encanta vestirse del fresco otoño porque las ideas pululan y se eleva la energía, entonces el cuerpo se suma y coopera volviéndose tolerante al frío. Y así va siempre este par, compensando y llegando a la mesura griega, una y otra vez.

El inicio del exilio tiene esa dicotomía cuerpo-ánimo acentuada, en especial si se debe recomenzar. Hay éxtasis por la calidad de vida que se respira, más en una ciudad y un país como éste, lo que conlleva a una grandísima sensación de bienestar y plenitud. Y de pronto hay un dejo de añoranza, o hasta de temores, muy comunes y normales por cierto, y de los cuales no todos hablan y pocos admiten. Pero allí están.

Lo que me hace sentir muy privilegiada es que llegué a Canadá con un equipaje hecho en Venezuela, de carga liviana pero trascendental y de incuantificable valor. Empaqué todo cuanto pude y recordé:

- Mis más grandes afectos
- El tesoro que son mis valores familiares
- La adaptabilidad criolla
- El humor en cualquier situación
- La empatía que nos acerca a extraños
- Un espíritu luchador
- El optimismo a prueba de casi todo

El camino sin mi maleta venezolana sería muy cuesta arriba. Al final, el tiempo es el que con su paso permite que todo engrane según el plan divino. Mi cuerpo y mi ánimo cada vez festejan más y le doy gracias a Él por eso. Y también por lo bueno que vendrá.


6 comentarios:

  1. AAAAyyyyyy que belleza Vero, me alegraste la noche. Que lindo escrito, que verdadero, como lo entiendo.
    Besote

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  2. "Mi Verito" :

    Ese sentir tuyo aunado al ser de Javi, es lo que me da la tranqilidad de saber que están en el lado correcto y que juntos van a lograr grandes objetivos... Lo demuestras en la foto, hermoso paisaje otoñal, serenidad y la mirada en alto... Bellísimooo!!!

    ADELANTE!!!

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  3. Gracias Leonor! Un abrazo.

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  4. Mami de mi alma, darte las gracias sería poco. Te amo.

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  5. Muy lindo escrito... ciertamente con el paso de los meses podras darte cuenta que el sentimiento de exilio va dando paso a uno de pertenencia, en el que ya comienzas a formar parte de... y donde ya con excepcion de contadas personas y cosas no quieres volver atras.
    Saludos,
    Sergio
    Asi Veo y Vivo Canada

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  6. Sergio, agradecida por tu visita y tu comentario. Confío en que así será. Que el tiempo pase ya! :)

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