Estar sentados en la sala de la casa, una noche de un fin de semana, vinito abierto, copa en mano, una buena música y de cuando en cuando una bailadita es de las cosas que más disfruto en este mundo. Conversar de lo que nos provoque es darle rienda suelta a su creatividad. Siempre hay una frase o un gesto que aterriza en carcajadas. A mí me encanta salir y descubrir cada vez más y más lugares de Montreal, pero créanme que el mejor plan siempre será disfrutar juntos en la intimidad del hogar.
Y dejando a un lado mis comentarios de esposa cursi, lo que me viene ahora a la mente, y de seguro estarán de acuerdo conmigo, es que la vida sería demasiado gris sin un buen sentido del humor, sin hacer bromas o sin dejar salir a nuestros niños interiores y jugar un poco. Sea cual sea la situación, la preocupación o la edad, estoy convencida de que lo que nos hace sobrellevar las cosas es ese estado interno de optimismo y de empecinamiento por ver lo positivo, lo cual nos produce una sonrisa en el espíritu que, finalmente, se traduce en paz.
Foto: Javier Picco |
En una oportunidad oí a alguien decir que, así como el oro se reconoce por su brillo, el amor verdadero se reconocía por la alegría pues ése era su brillo. Que nunca falte ni se agote. Que siempre aflore y se renueve.
A mi esposo le digo desde el alma que, definitivamente, humor con amor se paga.
Hola Vero
ResponderEliminarMas de acuerdo no puedo estar. Yo tambien me rio mucho con mi esposo sobre con lo del idioma. COmo lei por ahi, la distancia mas corta entre dos personas es la risa.
Besote
Así es Leonor! Un beso grande.
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