Yo escribo desde niña. Guardo una colección de papeles manuscritos ya amarillentos. Hay una carpeta en el escritorio de mi portátil con textos ya hechos y también a medio hacer. Cuentos, poemas, cartas, ensayos, de todo un poco. Tengo varias voces. Ellas se me han perdido todas a la vez, casi hasta extinguirse, pero su nobleza les hace volver de nuevo a mi consciente. Vivo agradecida porque cuando escribo…
- Toco mi mundo interior
- Hago catarsis
- Creo
- Concreto ideas
- Siento Pasión
- Duermo tranquila
- Me conecto conmigo misma
- Estoy en sintonía con la vida
A La esquina azul traigo mi cotidianidad. Una especie de bitácora que me ayuda a concentrarme y a leer mi presente con los ojos del corazón, que son los que me hacen fluir.